"Todos, sin excepciones, en la industria turística están al borde de un ataque de nervios. La inmensa mayoría con absoluta justificación. La pandemia ha desatado la "guerra perfecta" y ha dejado paralizada a buena parte de la industria. Por ende, son entendibles, hasta disculpables, los excesos de las gremiales y de los sindicatos, pero lo que no se puede entender ni disculpar, es la liviandad de conceptos de los líderes".

Entre esos líderes mencionados, nos ocupábamos directamente de la actual presidente del WTTC, Consejo Mundial de Viajes y Turismo, Gloria Guevara, que en esa oportunidad, entre algunos otros comentarios bien alejados del drama de los rebrotes, de la pandemia y de la muerte, frívolamente decía "que la falta de un marco regulatorio homogéneo para los turistas internacionales dificulta la recuperación de los destinos europeos y pone en riesgo 16 millones de empleos".

Hace casi un mes, más precisamente el 25 de junio titulábamos Sello de Viaje Seguro de WTTC (Consejo Mundial de Viajes y Turismo): ¿qué le asegura al eventual turista? y luego de detallar algunas novedades al respecto, entonces escribimos: "Lamentablemente, la mala noticia es que dentro de la nómina de los nuevos certificados con el Sello de Viaje Seguro, hay un destino en el que la gente no puede salir libremente a la calle". En esa oportunidad nos referíamos (sin nombrarlo) a Panamá, mostrando unos gráficos elocuentes de lo que afirmábamos. Bien, hace pocas horas, las autoridades panameñas prolongaron hasta fines de agosto el reinicio de actividades del aeropuerto Tocumen, la principal terminal aérea de ese destino, distinguido tambien con el Sello de Viaje Seguro del WTTC. Y las razones no son caprichosas ni exóticas, la prolongación de la medida para que no decolen ni aterricen aviones comerciales en Tocumen, hasta dentro de un mes, se debe a que ese país no tiene solucionado -ni por asomo- su realidad ante el Covid 19.

En la tarde del pasado miércoles 22/7, retuiteamos el posteo por el artículo Cataluña da un paso atrás en su apertura:

En ese artículo al que nos referimos, en el tratamiento de la marcha atrás y el nuevo confinamiento de los catalanes, se dice textualmente: "Hoy el lineamiento de la Generalitat de Cataluña es reducir la actividad social al máximo para contener así la propagación del virus, tanto en Barcelona como en 12 municipios de su área metropolitana y en las comarcas de Noguera y Segrià. La recomendación general es permanecer en casa y solo salir en caso de que  sea imprescindible, con el fin de evitar que se tengan que tomar medidas más drásticas en el futuro." El fantasma del confinamiento social llega poco después de que Barcelona recibiera el sello de aprobación de seguridad como destino de “viajes seguros” por parte del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC)".

Una vez más ¡Basta!

No hay que permitir que sigan mintiendo, ni por dinero ni por políticas irresponsables los líderes de turno.

Lo peor, lo más siniestro de este caso es que hemos escuchado no una, sino varias veces, la inclusión en el discurso de que este sello teñido de oscuridad se otorga a "quienes cumplen los protocolos exigidos por el WTTC".

¿Cuáles son esos protocolos?, ¿llenar unos formularios diciendo que tienen la mejor intención de luchar contra el virus y que a su vez hicieron los protocolos y que van a usar alcohol en gel y tapabocas?.

Señores, señoras, el turismo es una actividad con productos perecederos como los asientos de avión y los cuartos de hotel, que hacen perder fortunas a las empresas, a las corporaciones, a los países, ante los efectos directos de una pandemia como la actual. Pero a la vez, es una actividad noble que beneficia a quien la practica y la disfruta y además, genera una derrama que es muy importante para los erarios públicos de los países miembros de sus organizaciones.

Tengan respeto por el turismo, no lo menosprecien haciéndolo descender a la categoría de "joda universal".

No más liviandad de conceptos, no más malas artes, no más mentiras, ¡no más sellos de ningún tipo por favor!

Portal de América