Viena, la elegante, culta e impecable capital de Austria ofrece el marco ideal para vivir y disfrutar a Mozart, Beethoven, Strauss, Klimt, y recordar a Freud, además de sorprender a cada paso con su historia imperial. Francisco I, Francisco José, María Teresa, Sissí, Eugenio de Saboya, son nombres que se repiten a cada paso. En Viena además, es un placer instransferible sentarse a la mesa de una confitería y deleitarse con sus manjares.

Miércoles, 20 Septiembre 2023 20:33

Palacio de Belvedere, cita obligatoria

Este miércoles pudimos darnos el gusto de visitar el museo del Palacio de Belvedere en la capital austríaca. Es el magnífico predio que el Príncipe Eugenio de Savoya convirtió a fines del siglo XVII en un lugar ideal para el relacionamiento diplomático, a tal punto que aún hoy, en los alrededores se encuentran la mayoría de las Embajadas. La colección de obras es magnífica y para nuestro gusto, se destacan las obras de Klimt con un lugar preferencial para "El beso" y la del francés Jack Luis David, influyente en el estilo neoclásico, con su magnífico "Napoleón cruzando Los Alpes". Compartimos el registro audiovisual.

Luego de una maravillosa estadía en la Costa Brava catalana y un breve paso por Barcelona, llegamos este lunes a la capital austríaca. Nos dio el tiempo justo para llegar al hotel, darnos una ducha y enfilar hacia el Palacio de Schönbrunn, también conocido como el «Versalles vienés»,[cita requerida] es uno de los principales edificios históricos y culturales de Austria. Desde el siglo XIX ha sido una de las principales atracciones turísticas de la ciudad de Viena y ha aparecido en postales, documentales y diversos filmes cinematográficos. El palacio, junto con sus jardines, fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1996.​ En estas primeras horas en la capital de Austria, pudimos acudir al concierto el lunes por la noche y hacer un recorrido espectacular el martes que tambièn va resumido.

Llafranch es una de las pedanías costeras de Palafrugell, situada en plena Costa Brava, que se mantiene atractiva como antes de la llegada del turismo de masas. Núcleo urbano situado sobre una costa rocosa, junto a otro núcleo costero y turístico más al sur, denominado Calella de Palafrugell, la otra pedanía costera de Palafrugell, una localidad pintoresca que conserva el antiguo encanto de los pueblos de la zona antes de la especulación inmobiliaria. Aun así, Calella de Palafrugell es conocida por la conservación de sus playas y la preservación de sus zonas rurales a las afueras. Es caracterizada por sus pequeñas calas, como Llafranch.

“Hice colocar ese espejo con esa orientación porque quiero ser el primer español en ver el sol cada día”, dijo en Port Lligat Salvador Dalí y a su vez en Casapueblo, Carlos Páez Vilaró en su “Ceremonia del sol”, en cada “Sunset” recita: “Gracias sol!! Por invadir la intimidad de mi atardecer y zambullirte en mis aguas”.

La conexión llegando a Madrid, Barajas, para salir de inmediato hacia El Prat en Barcelona funcionó de maravillas y luego de retirar el vehículo y una hora y media de ruta, llegamos al lugar que hace algunos años, de paso, conocimos y habíamos jurado volver a quedarnos. La vida nos dio esa oportunidad y aquí estamos.

Cuando entramos a la sala VIP empezamos a individualizarlos de a uno: Naithan Nández; Maxi Gómez; Franco Israel; Matías Olivera; Matías Biña; Manuel Ugarte; Federico Valverde y Facundo Pellistri. Jugaron el martes en Quito, volaron en charter a Montevideo y embarcaron junto a nosotros en Iberia hacia Madrid. ellos al ingresar caminaron hacia la izquierda, nosotros a la derecha… Ellos siguen a sus respectivos destinos salvo Valverde que vive aquí.

Culminada la estadía entre Daymán y Salto, la Duster pone proa hacia Termas de Arapey con Eduardo Segredo al volante, Jaime en su “oficina” del asiento trasero conunicándose con su equipo en España y nosotros en plan de copilotos, observando e imaginando este copete. El día dio comienzo con un espectacular desayuno buffett en el Horacio Quiroga y el embarque en catamarán para navegar el lago de Salto Grande. Posteriormente la visita y el disfrute del parque de aguas del hotel y el área de cabañas, cada uno con el nombre de uno de los cuentos del célebre escritor salteño. Nos despedimos de Gabriela y la familia Safi, que al igual que Flavia Lavecchia en Daymán y la capital departamental, fueron excelentes anfitriones y llegamos a Altos del Arapey, el lugar al que todos quieren venir. Les contaremos.

En la reciente escapada que hicimos a la capital porteña, la que afortunadamente podemos hacer cada año para dar nuestra acostumbrada "vuelta del perro", para disfrutar su gastronomía, su teatro, sus vidrieras y ¿por qué no?, en esta oportunidad aprovechar la diferencia cambiaria, como nunca, vivimos situaciones opuestas de modo permanente. En diferentes lugares, hasta en la glamorosa Recoleta, pudimos comer a precios realmente increíbles y como siempre, muy bien, pero cuando el restaurante queda en Palermo y es una parrilla de renombre, desaparece la brecha de cotización y la adición tiene una semejanza brutal con los precios de cualquier similar montevideano y por ejemplo una porción de asado de tira "cotiza" en el equivalente a más de 20 dólares en "Lo de Jesús". De paso hay que decir que para comer en Don Julio o en La Cabrera hay que reservar con varios meses de anticipación y si se le ocurre ir a La Brigada en San Telmo, no vaya después de las 15, aún siendo sábado, porque no lo dejan entrar.

Ya en viajes anteriores nos insistieron “tenés que sacar la Prex “. Esta vez hicimos caso. Viajar a la capital porteña con dinero efectivo se convierte casi en una grosería, máxime teniendo en cuenta que la emisión de papel moneda o billete, va notoriamente retrasada con los índices inflacionarios del peso argentino. Pagar con débito o crédito se asimila a un harakiri (300 y muy poco). Por lo tanto, el “boca a boca” induce a la disyuntiva “o llevás Prex o vas a buscar los “arbolitos” de la calle Florida”.


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