Verano, vacaciones y temporada alta de viajes y vuelos que, en ocasiones, muchas aerolíneas no tienen la capacidad real de operar. Y es que tras la pandemia y la promesa de restablecer los niveles operativos, no son pocas las aerolíneas con dificultades para cumplir esas promesas. ¿Las causas? Hay varios motivos, pero el fundamental es que no hay aviones y tampoco repuestos de piezas, por lo que el suministro es difícil en caso de avería, algo que afecta a la mayoría de aerolíneas de todo el mundo que deben dejar sus aviones en tierra a la espera. Las fluctuaciones del mercado aéreo en los últimos años han sido altas y, a pesar de la fortaleza de las aerolíneas a la hora de adaptarse a los hechos, lo cierto es que las dificultades actuales para satisfacer la demanda de vuelos son enormes.
Así que ante la escasez de aviones para seguir operando con normalidad, muchas aerolíneas están recurriendo a apoyo externo para mantener la capacidad tanto de vuelos como de pasajeros, y para ello se utilizan empresas de alquiler y charter de aviones cuya flota, generalmente, está pintada de blanco, algo que, en un aeropuerto, suele destacar entre tanto colorín de las libreas de los aviones.
Aviones marca blanca: ¿aviones sin terminar?
El hecho de que en un aeropuerto haya uno o varios aviones completamente blancos no quiere decir que estén sin terminar o fuera de servicio. En realidad, estos aviones estéticamente más aburridos forman parte de una estrategia comercial conocida como ACMI (por sus siglas en inglés: Aircraft, Crew, Maintenance and Insurance), que en español significa: Aeronave, Tripulación, Mantenimiento y Seguro. El ACMI es un modelo de negocio en el que una aerolínea alquila a otra un avión totalmente equipado (y generalmente blanco) junto con su tripulación.
Este modelo permite a las aerolíneas aumentar su capacidad de forma rápida durante temporadas de alta demanda y reducirla en momentos más tranquilos, evitando así el coste fijo de mantener aeronaves sin operar (el avión más caro es el avión parado).
Comprar una aeronave nueva supone una enorme inversión para una aerolínea, además de que los principales fabricantes no dan abasto, y para que la compra sea rentable el avión debe estar en el aire todo el año, transportando carga o pasajeros, por eso las aerolíneas no compran aviones adicionales para situaciones como los aumentos inesperados en la demanda, explorar nuevas rutas o solucionar interrupciones operativas, sino que los alquilan cuando es necesario.
¿Cómo me afecta volar un ACMI?
A nivel operativo, los pasajeros ni siquiera notan que su vuelo es operado por una aerolínea ACMI, ya que nada cambia: el vuelo sale a la misma hora y cubre la misma ruta. Muchas aerolíneas ni siquiera avisan de forma proactiva que el vuelo estará operado por otra compañía (aunque legalmente están obligadas), pero otras, como Air France, sí. En un vuelo de regreso a Barcelona desde Paris Charles de Gaulle recibí un email en el que especificaba que mi vuelo estaría operado por otra compañía y, aunque nada cambiaba a bordo: asiento, catering, etc., sí que me ofrecían la opción de cambiar mi vuelo en caso de que yo quisiera volar bajo la librea de Air France porque lo cierto es que, a nivel experiencia de vuelo, la cosa sí cambia. Para empezar, la tripulación no es Air France ni el modelo de avión un A320, sino un avión de la charter Privilege.
A diferencia de las aerolíneas tradicionales que pintan sus aeronaves con los colores de su marca, los operadores ACMI suelen mantener sus aviones blancos para tener mayor flexibilidad. Esto les permite pasar rápidamente de operar para una aerolínea a otra sin necesidad de repintar constantemente. Un mismo avión puede volar para KLM una semana y para Iberia la siguiente, todo mientras conserva su apariencia neutra, de marca blanca.
Aunque también pueden darse los casos en los que la colaboración entre un operador ACMI y una aerolínea dura varios meses, aquí el avión puede incluso pintarse con los colores de esa aerolínea para ofrecer una experiencia más reconocible a los pasajeros.
Blanco, el color de la aviación
Además de por la versatilidad como aviones “marca blanca” de los ACMI, los de las aerolíneas comerciales también suelen estar pintados de blanco pero, ¿sabes por qué?
La primera aerolínea que introdujo el blanco en el fuselaje de sus aviones fue Air France en 1976 y, poco a poco, la mayoría de las aerolíneas del mundo han ido adoptando este color. Hay excepciones, como por ejemplo la maldiva BeOnd, cuyos A320 y A321 están pintados de negro, algo rarísimo en la industria. La última aerolínea en sumarse a la tendencia del blanco (aunque blanco roto y no pulido) fue American Airlines en 2013, dejando atrás su llamativo color plateado.
Peso, calor, costo y seguridad son los principales motivos de una industria en la que todo está pensado para pintar los aviones de blanco. Para empezar, la pintura clara pesa menos que la pintura oscura. También está el hecho de que el barniz blanco refleja la luz solar, por lo que el interior del avión se mantiene más fresco en días de calor. Y cuanto más ligera es la pintura, menor será el consumo de combustible del avión en el aire, lo que se traduce en un menor coste operativo. Y por último, aunque más importante, una pintura blanca deja ver las grietas o la corrosión de forma más evidente, por los que los desperfectos resultan más fáciles de detectar, algo que sin duda el personal de mantenimiento agradece enormemente.
Portal de América - Fuente: Condé Nast Traveler
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